El botijo, la botella que todo el mundo debería tener

¿Alguna vez te has preguntado por qué las botellas de vidrio para el agua son tan caras teniendo en cuenta lo que te ofrecen? Si alguna vez te ha asaltado esta duda, lee este artículo entero y entenderás por qué el botijo de toda la vida no es tan solo la mejor botella que se puede tener, sino que también es el utensilio de cerámica más infravalorado de la historia.

¿Por qué el botijo?

Actualmente, fabricar utensilios en plástico o cristal es rápido y económico, siendo la única complicación el diseño final del producto, y aun así el precio al público está muy inflado. Por otro lado, está el grupo de personas que optan por rellenar una y otra vez la botella de plástico que compran, una estrategia sin duda económica pero un tanto nociva para la salud.

Ya desde el 3.500 a.C. estaba presente en España y en el día a día de nuestros antepasados, que no sufrían estos problemas ya que tenían el mejor utensilio para almacenar agua jamás creado por la humanidad, el botijo. También es sencillo de producir y económico para los bolsillos, pero además es un producto que no contamina y que no solo hace del beber toda una experiencia, sino que mejora la calidad del agua. El secreto de esto último está en su funcionamiento. ¿No te lo crees? Lee las siguientes líneas y acabarás dándonos las gracias por compartir esto.

¿Cómo funciona?

El botijo es un utensilio hecho de arcilla o cerámica cocida generalmente con cuerpo redondeado, un asa y dos pitorros, uno ancho para rellenarlo y otro estrecho para permitir la salida de un chorro de agua. Como veis no es un mecanismo demasiado complejo, sin embargo, la clave de su éxito está en que sus paredes de cerámica son porosas. Una vez lo rellenemos, comenzará la magia, ya que el agua irá poco a poco filtrándose por estos poros a través de las paredes del botijo hacia el exterior y, al entrar en contacto con el ambiente, una parte del agua se evaporará, produciendo un enfriamiento equivalente a unas 500 calorías por cada gramo de agua evaporada… Eso último ha sido demasiado técnico, ¿verdad? Vamos a explicarlo de una forma menos enrevesada:

En palabras llanas, el fenómeno que se da en el botijo es el mismo que sucede en nuestra piel cuando hace calor. A través de nuestros poros sudamos para refrescar nuestro cuerpo, el botijo también “suda” a través de los poros de la arcilla. Esto permite conservar el agua entre 5 y 10 grados por debajo de la temperatura ambiente. Esto no lo tendrás con materiales como el plástico o el vidrio, es una propiedad muy característica de la arcilla. Parece que a pesar de tener tanta tecnología en algunos aspectos vamos hacia atrás, ¿no crees? Si estas de acuerdo con esta reflexión espera a leer a continuación las otras cuantas ventajas que tiene el botijo:

El agua del botijo no sale fría sino fresca

Esto es muy importante puesto que el agua fría puede provocar dolencias como el dolor de garganta. Esto sucede por forzar el enfriamiento del agua, por ejemplo, metiéndola en la nevera. Sin embargo, nuestra maravillosa botella de arcilla enfría el agua de forma natural, dando como resultado un agua fresca, que no es dañina y, aun así, te dará la sensación de estar bebiendo agua con hielo.

Mejora las propiedades del agua del grifo

No, no me he vuelto loco, esto es cierto y sucede porque el botijo no es hermético, lo que facilita la evaporación del cloro y la desaparición de los malos olores que pueden estar presentes en el agua del grifo. Es como tener una especie de jarra de filtrado de agua que no solo te la enfría a la temperatura perfecta, sino que tampoco te hará falta comprar filtros… una maravilla.

Tiene un uso ilimitado

Una vez vacío se puede rellenar tantas veces como quieras, algo que no puedes hacer con las botellas de plástico. Éstas solo se pueden rellenar dos veces ya que, de lo contrario, acabarán dejando residuos del plástico de las paredes suspendidos en el agua, siendo nocivo para la salud. Los botes de PVC o materiales similares tienen mayor reusabilidad, sin embargo, corremos el mismo riesgo y también alteran el sabor del agua. ¡Con el botijo te puedes evitar estos problemas y si lo cuidas bien te puede durar para toda la vida!

Ahorra dinero y cuida el medio ambiente

Tu bolsillo notará el ahorro en la compra e incluso quitarás un pellizco de la factura de la luz, que tan cara está en estos tiempos. Además de disminuir el consumo energético también contribuirás a reducir el impacto medioambiental que producen los plásticos. Con tu botijo no solo tendrás un producto tradicional y milenario, además tendrás un utensilio respetuoso con el medio ambiente y que te ayudará a ahorrar de forma significativa.

Ahorra espacio en la nevera

Ya no tendrás que jugar al Tetris en tu frigorífico, ni tendrás que beber agua caliente en verano porque se te olvidó meter la botella de agua en la nevera. Solo con dejar tu botijo en la encimera o en el salón comienza la magia.

Hecho 100% a mano

Bueno, esto no es así en todos los casos, pero sí te damos la garantía de que los botijos de nuestro taller Alfareros de Juana Trigo han sido hechos completamente a mano empleando la técnica tradicional que caracteriza a la industria botijera y a un precio ridículo en comparación con las tiendas y grandes almacenes. ¿Qué más razones necesitas para pasarte al bando botijero?