Señoras y señores: los cactus llevan años ostentando el trono de las plantas de decoración. Piense, seguro que conoce a alguien que tenga uno en su hogar u oficina.
Esta popularidad no es una coincidencia. Su éxito rotundo se debe a que es fácil de mantener (perfecto para novatos), a su facilidad de cultivo y, sobre todo, a su gran variedad en el mercado.
Lo difícil viene cuando, tras invertir largo tiempo en elegir el cactus ideal, nos toca elegir la maceta que le acompañará y nos damos cuenta de que también hay muchas entre donde elegir.
Si esto te ha pasado o te está pasando, puedes relajarte porque aquí te vamos a dar los mejores consejos para que esta decisión sea lo más sencillo del mundo:
¿Qué tengo que tener en cuenta a la hora de elegir la maceta para cactus?
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El tamaño sí importa
Las suculentas o cactus tienen fama de resistir largos períodos de tiempo sin agua, sin embargo, no resistirán si el tamaño de la maceta es demasiado grande.
Debes escoger un tamaño correcto que le permita a la planta crecer, pero sin darle demasiado espacio, ya que sus raíces correrían el riesgo de pudrirse.
Si el cactus comienza a crecer hasta que la maceta se le quede pequeña, debes comenzar a plantarte comprar otra más grande.
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El mejor material
Cada material tiene sus propiedades, pero, en el caso de los cactus, las macetas de cerámica o de arcilla son tu mejor elección sin ninguna duda. Éstos son los motivos:
1º Una maceta de barro tiene el peso perfecto para un cactus, a diferencia de las de plástico cuyo escaso peso supone un factor de riesgo para el cactus y sus raíces.
2º Los cactus sufren cuando el sustrato permanece largo tiempo mojado y, al ser poroso, el barro permite que se filtre dicho exceso de agua. Con esto y los necesarios agujeros de drenaje puedes despreocuparte.
3º Nos han vendido la moto de que los cactus resisten el calor como si nada, sin embargo, si la temperatura es muy alta o muy baja, las raíces sufrirán. A diferencia del plástico, el barro o cerámica regula la temperatura del interior, refrescando cuando hace calor y protegiendo del frío.
4º La textura de la arcilla facilita que las raíces se adhieran a las paredes, lo que favorece el equilibro y desarrollo de la planta, a diferencia de otros materiales que complican esta tarea.
5º El sustrato no puede estar mojado durante mucho tiempo… Lo adivinaron, ¿verdad? Efectivamente, el barro también seca el sustrato antes, esté o no al sol.
6º La cerámica, barro o arcilla es un material muy duradero, solo pensad en que aparecen en excavaciones arqueológicas. Si cuidáis vuestras macetas de barro, durarán por siempre.
Ay, el barro… es maravilloso, ¿no creen? Por desgracia, no todo en esta vida es perfecto… Que no cunda el pánico, solo hay que tener en cuenta una variable.
Si la maceta está vidriada o esmaltada limitará la capacidad de transpiración del barro. Además, si el color del esmalte es oscuro, puede recalentar las raíces si está al sol.
Nuestro consejo es que escojáis una maceta de barro básica o, si tiene esmaltado/vidriado, que sea solo en una parte y que no cubra toda la maceta. Es una pena renunciar a las macetas de barro esmaltadas, con lo bonitas que son… todo sea por nuestro cactus.
Mejores macetas para cactus
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Propiedades negativas de otros materiales
No estamos maquillando nuestros consejos por ser alfareros y hacer macetas para cactus que cumplen con todos estos requisitos, como la maceta esférica de arriba.
Por eso mismo, vamos a mencionar brevemente las propiedades negativas de los materiales para macetas más comunes y veréis como aquí no intentamos engañar a nadie:
1º Plástico: Es un material que retiene el agua y la temperatura, de hecho, jamás pongáis un cactus en una maceta de plástico al sol o morirá. Pesan poco y las raíces no se agarran.
2º Resina: En esencia, sus propiedades son idénticas al plástico, salvo que no calientan tanto el sustrato cuando están al sol. También es un material más duradero.
3º Metal: Sin duda el peor material para un cactus, ya que multiplican la temperatura del sustrato. Además, el peso varía mucho según el material y el espesor. Tampoco transpira y, en algunos metales, la humedad puede hacer que se deteriore en poco tiempo.
4º Piedra y cemento: Los agrupamos por su similitud. Su punto fuerte es que aíslan maravillosamente del frío/calor, pero no transpiran y son demasiado pesados.
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Resumen y últimos consejos
En conclusión, la maceta que escojáis, sea como sea, debe de cumplir estos requisitos:
1º Tamaño y peso apropiados.
2º Deben tener agujeros de drenaje, a ser posible más de uno. Si no lo tienen, hacédselo.
3º Respecto al material, debe ser transpirable en cuanto al agua y aislante en cuanto a la temperatura.
4º Escojáis la maceta que escojáis, informaros siempre de las propiedades y particulares del tipo de cactus que vaya en ella. La información no ocupa lugar, pero la pérdida de una planta sí.
Dicho esto, agradecemos que hayáis leído hasta aquí y esperamos que esta información os haya sido de ayuda. Esperamos que disfrutéis de vuestro cactus.
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