El botijo, el utensilio de cerámica más infravalorado en la actualidad.
La antigüedad de este producto es extraordinaria. Su época dorada tuvo lugar en la Edad del Bronce del Mediterráneo y Época Helenística en Grecia, sin embargo, se han encontrado restos de este utensilio en las antiguas culturas mesopotámicas. Ya en el 3500 a.C. en el sur de España, en tierras celtíberas, el botijo estaba presente en el día a día de nuestros antepasados. Es innegable que su tecnología es muy simple pero es muy efectiva ya que son capaces de enfriar el agua y mantenerla fresca, incluso cuando la temperatura ambiente es alta.
¿Cómo funciona?
El agua que introducimos en el botijo va poco a poco filtrándose a través de los poros de la arcilla y al entrar en contacto con el ambiente seco exterior una parte del agua se evapora, produciendo un enfriamiento equivalente a unas 500 calorías por cada gramo de agua evaporada. En palabras llanas, al igual que nuestra piel deja salir el sudor para refrescar nuestro cuerpo, el botijo «suda» a través de sus poros. Esto permite conservar el agua entre 5 – 10 Grados Centígrados por debajo de la temperatura ambiente. Es importante justo después de la compra dejarlo 1 o 2 días lleno y después aclararlo para limpiarlo y activar sus poros.
Ventajas
- El agua del botijo no sale fría sino fresca. Esto es muy importante puesto que al beber de él nuestra sensación será prácticamente como la de beber un baso de agua con hielo, sin embargo, nos evitamos posibles dolencias como el dolor de garganta.
- Ahorrarás espacio en la nevera. Ya no será necesario tener varias botellas ocupando espacio y no tendrás que estar pendiente de meterlas para que se enfríen. Solo con dejarlo en la cocina o salón éste comenzará a hacer su magia.
- Ahorra dinero y cuida el medio ambiente. Tu bolsillo lo notará, puesto que ahorrarás en la compra, e incluso en electricidad. Estos dos factores ayudan significativamente al impacto ambiental que producen los plásticos y el alto consumo energético. Con el botijo no solo tendrás un utensilio milenario muy útil, sino que ayudarás al planeta y a tu bolsillo.
- El botijo mejora las propiedades del agua del grifo. El botijo no es hermético y por eso facilita la evaporación del cloro y la desaparición de los malos olores que pueden estar presentes en el agua de grifo.
- Uso ilimitado: Una vez vacío se puede rellenar las veces que se necesite. Las botellas de plástico no pueden rellenarse más de dos veces puesto que dejan residuos de plástico, siendo tóxico para la salud. Con los botes de PVC u otros materiales pasa algo similar aunque tengan mayor reusabilidad, además, alteran el sabor del agua. Con el botijo puedes evitarte todos estos problemas y, literalmente, puede llegar a durar toda una vida.
- Hecho 100% a mano, empleando la técnica tradicional que caracteriza a la industria botijera.