El nombre científico de la flor de Pascua es Euphorbia pulcherrima, aunque también es conocida con una gran variedad de nombres, como poinsetia, pastora, estrella federal, pascuero, cuetlaxochitl, flor de Nochebuena o flor de Navidad, entre otros. Originaria de México, es muy popular en la floricultura por servir de ornamento durante las navidades.
La flor de Pascua florece en diciembre y es tradición regalarla a familiares y amigos como símbolo de buena voluntad. Se caracteriza por el color verde o rojo de sus pétalos, representando el primero la esperanza y el segundo el amor, aunque también puede verse ejemplares de otros colores, como el rosa, el blanco o el amarillo.
Las flores de Pascua sirven no solo sirven de ornamento en infinidad de hogares, también es habitual verlas durante las navidades en oficinas, tiendas, bares, restaurantes y como decoración exterior en calles y plazas.
Antes de servir de ornamento navideño, la flor de Pascua ya era muy popular en el México de los aztecas, donde este pueblo precolombino la utilizaba como adorno de sus fiestas (incluso en sus sacrificios, ya que representaba la pureza de la sangre) y también como planta medicinal.
Los primeros en utilizar la flor de Pascua como adorno navideño fueron los monjes franciscanos de la localidad mexicana de Taxco de Alarcón durante el siglo XVI, según queda reflejado en los documentos de la época. La costumbre se fue extendiendo por el país durante la época colonial.
No fue hasta el siglo XIX cuando la flor dio el salto a Europa y comenzó a servir de decoración navideña en las iglesias europeas. En la actualidad, Alemania es el mayor productor europeo de esta planta, con 35 millones de ejemplares al año. Desde los años 80 también se cultiva en España, especialmente en Cataluña, Andalucía, Cantabria y Murcia, con una producción de 7 millones de plantas anuales.
Cuándo trasplantar la flor de Pascua a una maceta de barro
El mejor momento para trasplantar una flor de Pascua a una maceta de cerámica es a finales de febrero o en marzo, es decir, al final del invierno o a principios de la primavera. En esas fechas observarás que la planta ha perdido sus hojas y flores, pero eso no quiere decir que haya muerto.
Lo que debes evitar es trasplantarla cuando esté en pleno proceso de floración, durante el mes de diciembre.
Herramientas para trasplantar la flor de Pascua
Trasplantar una flor de Pascua es un proceso que hay que realizar con suma delicadeza y para el que necesitarás una serie de herramientas y materiales. A continuación te mostramos qué es lo que debes tener a mano antes de iniciarlo:
- Una maceta que cuente con agujeros de drenaje y que tenga un tamaño algo mayor que la maceta de origen.
- Un cuchillo fino o una espátula.
- Grava para la base de la nueva maceta.
- Sustrato a base de turba, fibra de coco, humus de lombriz, perlita y vermiculita.
Cómo trasplantar la flor de Pascua paso a paso
El proceso de trasplante de una flor de Pascua se puede dividir en 6 pasos:
- Esteriliza el cuchillo o la espátula antes de utilizarlos para separar el cepellón de la maceta, de modo que evite contagios que puedan hacer enfermar a la planta.
- Prepara la maceta a la que vas a trasplantar la flor de Pascua, que como ya te hemos indicado debe tener agujeros de drenaje y ser unos 4 centímetros más grande que la maceta de origen con el objetivo de que las raíces tengan el suficiente espacio y tierra para seguir desarrollándose.
- Prepara el sustrato mezclando fibra de coco, turba y humus de lombriz a partes iguales.
- Coloca un lecho de grava en la base de la nueva maceta.
- Separa el cepellón (es decir, la masa de tierra pegada a la raíz de la flor de Pascua) de la maceta de origen con sumo cuidado, retirando los trozos de tierra que no estén pegados.
- Deposita el cepellón en el centro de la nueva maceta y rellena el espacio sobrante con el sustrato, al que deberás añadir perlita y vermiculita en igual proporción.
Coloca la nueva maceta con la flor de Pascua trasplantada en un lugar protegido y a resguardo de calefactores o corrientes de aire.
Cuidados de la flor de Pascua
Una vez que ya tienes tu flor de Pascua en su nuevo hábitat, es recomendable que sigas una serie de consejos para que la planta goce de la mejor salud y pueda lucir en todo su esplendor.
En primer lugar, y como ya te hemos indicado, evita que esté cerca de corrientes de aire o de fuentes de calor artificiales. El lugar que elijas para su ubicación debe permitir que la flor reciba alrededor de 12 horas de luz al día, pero cuidado, que no reciba directamente los rayos del sol porque no los tolera. La temperatura ideal para su supervivencia es de entre 16º y 22ºC.
Para el riego debes estar atento al estado del sustrato. En cuanto veas que se seca, riega la planta. Esto suele ser necesario cada 3 o 4 días, dependiendo del clima.
Solo debes aplicar abono durante los primeros días de la primavera y del otoño. En cuanto a la poda, debe realizarse tras la floración.
Con un trasplante llevado a cabo adecuadamente y con unos pequeños cuidados, tu flor de Pascua puede alegrar tu hogar durante las navidades durante unos cuantos años. Verla florecer será la mejor forma de recibir las fiestas.